⭐Mi experiencia con cáncer y vapeo: Reflexiones de un profesional sobre reducción de riesgos

⭐Mi experiencia con cáncer y vapeo: Reflexiones de un profesional sobre reducción de riesgos

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Mi experiencia con el cáncer, la quimioterapia y el vapeo: Reflexiones y lecciones desde la perspectiva de un profesional del vapeo y las cachimbas

Hace dos años mi vida dio un giro inesperado: fui diagnosticado con cáncer de origen genético. Quiero subrayar que mi caso no tenía relación alguna con el tabaco, pero atravesar este proceso me permitió observar de cerca cómo los hábitos de las personas afectan su salud y, como profesional del mundo del vapeo y las cachimbas, me dio una perspectiva única sobre la reducción de riesgos y el uso responsable del vapeo.

Durante 21 sesiones de quimioterapia, cada una de cinco horas, tuve tiempo de reflexionar y observar a otros pacientes. Allí vi dos perfiles muy claros:

  • Los que, tras enfrentarse a la realidad, decidían dejar de fumar. Personas que comprendían que su vida y salud estaban en juego y que debían cambiar hábitos de forma radical.

  • Los que, a pesar del diagnóstico y del dolor, seguían fumando fuera del hospital con su gotero conectado. Estos pacientes solían considerarse “casos perdidos” y continuaban con hábitos que ponían en riesgo su recuperación y su vida.

Ver estos extremos me enseñó algo que nunca olvidaré: ningún placer terrenal compensa el impacto de una enfermedad grave. Cada sesión, cada efecto secundario, cada día de incertidumbre me recordó lo frágil que es la vida y cómo cada decisión cuenta.


El vapeo desde la perspectiva profesional: herramienta de reducción de riesgos

Como profesional del vapeo y las cachimbas, he dedicado años a educar y orientar sobre formas más seguras de consumir nicotina, y durante este proceso comprendí la diferencia entre fumar y vapear. La evidencia científica —especialmente en Inglaterra— indica que el vapeo puede ser hasta un 95 % menos dañino que el tabaco.

En algunos países europeos, incluso se prescribe como herramienta para dejar de fumar, dentro de un marco de reducción de riesgos. Esto significa que, aunque no es completamente inocuo, puede ser una alternativa segura al tabaco tradicional, siempre que se haga de forma responsable y con productos regulados que cumplan normativas como la TPD.

Sin embargo, es importante subrayar que el vapeo no está exento de riesgos. A largo plazo puede afectar el sistema cardiovascular y respiratorio. Mi enfoque profesional siempre ha sido promover el vapeo responsable, evitando que se convierta en un hábito de moda con consecuencias potencialmente graves.


La moda del vapeo y sus peligros

Uno de los fenómenos más preocupantes que he observado, incluso desde la perspectiva profesional, es cómo el vapeo se ha convertido en moda, especialmente entre jóvenes:

  • Vapeadores desechables de baja calidad, con miles de caladas y niveles de nicotina incontrolados.

  • Aparatos que no cumplen con regulaciones y que, en muchos casos, ni siquiera están controlados por la normativa TPD.

  • Uso recreativo sin conocimiento de riesgos, lo que puede generar dependencias nuevas en personas que nunca fumaron.

Esto es muy distinto del uso consciente del vapeo como herramienta de reducción de riesgos o como parte de un plan supervisado para dejar el tabaco. Desde mi experiencia, la educación y la información son esenciales para prevenir estos problemas y orientar a los usuarios hacia hábitos seguros.


Reflexiones personales: lecciones de vida

El cáncer y la quimioterapia me enseñaron varias lecciones que quiero compartir:

  1. La salud es un bien irremplazable. Ningún placer momentáneo, por muy atractivo que parezca, puede compensar los efectos de una enfermedad grave.

  2. El vapeo responsable puede salvar vidas. Usado como herramienta de reducción de riesgos, permite a las personas dejar de fumar y minimizar daños, pero siempre con productos regulados y supervisión profesional si es posible.

  3. No todo el mundo está listo para cambiar. Ver cómo algunos pacientes seguían fumando me recordó que la voluntad individual es clave, y que la información y la educación son fundamentales.

  4. Separar moda de uso responsable. La forma en que el vapeo se ha popularizado entre jóvenes requiere intervención educativa y profesional, para que el hábito no derive en daños a largo plazo.

  5. La conciencia sobre hábitos saludables no solo salva vidas, sino que mejora la calidad de vida incluso en situaciones críticas.


Consejos profesionales sobre vapeo y reducción de riesgos

Desde mi experiencia profesional y personal, recomiendo:

  • Elegir productos regulados y certificados (TPD, control de nicotina y calidad de líquidos).

  • Evitar modas y dispositivos desechables baratos que no respetan normas de seguridad.

  • Usar el vapeo como herramienta de reducción de riesgos, no como sustituto recreativo sin control.

  • Informarse constantemente sobre estudios científicos, efectos a largo plazo y métodos de seguridad.

  • Combinar educación y práctica responsable: en mi tienda y formación con clientes siempre subrayo la importancia de un uso consciente.


Reflexión final

Mi experiencia combina la dureza del cáncer con la perspectiva profesional del mundo del vapeo y las cachimbas. He aprendido que informar, educar y ofrecer alternativas seguras es fundamental. Ningún cigarro ni vapeo irresponsable compensa los efectos de una enfermedad grave. La reducción de riesgos existe, pero solo funciona si se hace de manera responsable y consciente.

Para quienes buscan dejar el tabaco o mejorar sus hábitos de consumo de nicotina, la combinación de información, educación profesional y productos regulados puede marcar la diferencia entre un hábito seguro y un riesgo real.

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